El bono demográfico hace referencia a una fase en la que el
balance entre las edades de una determinada población genera una oportunidad
para el desarrollo. Este bono se traducirá en beneficios reales para los
jóvenes solo si se realizan inversiones en capital humano, sobre todo en
educación y empleo. Según el documento Juventud y bono demográfico en Iberoamérica, editado por la CEPAL y
la Organización Iberoamericana de Juventud (OIJ) con el apoyo del Fondo de
Población de las Naciones Unidas (UNFPA) y el Banco de Desarrollo de América
Latina (CAF), actualmente la región vive un período en que las tasas de
dependencia de la población han descendido hasta alcanzar mínimos históricos,
lo que abre nuevas ventanas de oportunidades, especialmente para los jóvenes.
El bono demográfico es un período donde la población activa e inactiva en edad de trabajar superan en cantidad a las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores). Usualmente, se consideran personas en edad de trabajar a aquellas que se encuentran entre los 15 y 60 años.
En Guatemala
A partir del próximo año se abrirá una "gigantesca" oportunidad para la economía de Guatemala. Una ventaja que la mayoría de los países desarrollados no tiene. Es el llamado "bono demográfico", un período donde las personas en edad de trabajar superan en cantidad a las personas económicamente dependientes (niños y adultos mayores).
Justamente lo contrario a lo que ocurre en economías ricas como Japón, que está a punto de convertirse en el primer país "ultra viejo" del planeta. En Guatemala, en cambio, más del 50% de la población está en edad productiva y esa tendencia seguirá creciendo durante las próximas cinco décadas.
"Tenemos una ventana de oportunidad. Pero si no lo
aprovechamos, esa oportunidad se volverá una pesadilla", dice a BBC
Mundo, Andrely Cisneros, profesora del Instituto de Investigaciones Económicas y
Sociales de la Universidad de San Carlos (USAC) de Guatemala.
El bono demográfico es un fenómeno en el que
el segmento poblacional más amplio de un país es el de la gente joven que está
en edad para trabajar. Según expertos, en Guatemala el período en
el que el bono entra en efecto empezó en 2015 y durará hasta el 2050 (35 años).
La clave es aprovechar el bono demográfico mientras dure. El
hecho que la población económicamente activa sea más que
la población económicamente dependiente abre puertas a un
período en el que puede haber gran crecimiento económico.
¿Cómo aprovechar el bono demográfico?
Instituciones internacionales como el Fondo Monetario
Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)
han establecido que Guatemala tiene gran potencial de crecer en los siguiente
años gracias al bono demográfico, pero se deben realizar ciertas acciones para
que eso pase, como:
- Mejorar la calidad de educación para producir mejor capital humano.
- Tratar de igualar la oferta y la demanda laboral.
- Incentivar la inversión extranjera y local.
- Fomentar el crédito para el desarrollo de pequeñas y medianas empresas.
- Impulsar la digitalización de la economía.
Características:
Es un plazo en el que se puede generar mayor ahorro e inversión en el país. Ello, debido a que la fuerza laboral no debe destinar tantos recursos en mantener a los individuos dependientes.
Es un período en el que es recomendable realizar inversiones importantes a largo plazo, por ejemplo, en capital humano e innovación. De esa manera, los trabajadores serán más productivos y puede aumentar la tasa de crecimiento económico.
Durante este lapso, al haber más personas laborando, se recaudan más tributos. Así, el Gobierno cuenta con más fondos que puede destinar a distintas inversiones tanto en capital físico como humano.
El bono demográfico precede a otro período en el que la edad promedio de la población se eleva. Esto genera presiones sobre las instituciones estatales o privadas a cargo de administrar las pensiones de los jubilados, por ejemplo, la seguridad social.
Etapa 1: Pirámide poblacional tradicional
Esta pirámide poblacional es propia de países subdesarrollados.
También puede darse en países en vías de desarrollo. Esta pirámide poblacional
se caracteriza por la existencia de muchos niños y adolescentes. Así mismo,
está compuesta cada vez por menos adultos y por aún menos por personas de edad
avanzada.
La razón de tal cantidad de jóvenes es la inexistencia de planes de jubilación. No existe seguridad social que asegure que cuando las personas se jubilen tengan cuidados. Eso, junto con una mortalidad infantil superior a lo normal, inclina a este tipo de estructura. Además, los escasos avances en medicina y ciencia arrojan una esperanza de vida más reducida.
Etapa 2: Pirámide poblacional con bono demográfico
Es propia de países en vías de desarrollo cuyo crecimiento
económico es cada vez mayor. La pirámide de población no pasa de una
estructura a otra de forma inmediata. Lo que ocurre es un periodo de transición
que dura años. Ese periodo de transición da lugar a otro período que
denominamos bono demográfico.
Los avances médicos son cada vez mayores, el estado de bienestar comienza a
instalarse. Eso produce que en un momento determinado, la población en edad de
trabajar sea muy superior a la económicamente dependiente.
Etapa 3: Pirámide invertida
Por último, debido a la poca tasa de fertilidad, a la instauración
del estado de bienestar, los avances en medicina y los cambios en el estilo de
vida, la población envejece. Esta pirámide es propia de los países
desarrollados.
En estos casos se plantea un
problema de sostenibilidad del estado de bienestar. Las pensiones de los
jubilados, así como otros servicios estatales, se financian gracias a los
cotizantes. Si hay pocos cotizantes, es decir, pocas personas trabajando,
entonces se recauda menos. Si se recauda menos, la seguridad social debe hacer
recortes para ser sostenible. O, en caso contrario, realizar algún tipo de
ajuste.
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